La iniciativa de voluntariado 'A Limpiar el Mundo' llega al Clot de Galvany este fin de semana para luchar contra la “basuraleza”
La campaña de sensibilización de las Naciones Unidas sobre los perjuicios que generan los residuos sobre el terreno, la fauna y la flora del entorno –‘Clean Up the World’ / ‘A Limpiar el Mundo’– llega al paraje natural municipal del Clot de Galvany de la mano de la Concejalía de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Elche. La edil del área, Esther Díez, ha animado a los ilicitanos e ilicitanas a participar en la iniciativa de voluntariado ‘Limpiemos el mundo, limpiemos el Clot’, que tendrá lugar en el paraje natural el sábado 5 y domingo 6 de marzo, de 10:00 a 13:30 horas. Las personas o grupos interesados en adherirse a la actividad, ha explicado Díez, deben inscribirse a través del teléfono de la Concejalía (966 658 028, en días laborales de 8:30 a 14:00 horas) o directamente desde la web www.clotdegalvany.es hasta las 14:00 horas del viernes 4 de marzo.
Organizada por el Ayuntamiento de Elche y la empresa mixta Aigües i Sanejament d’Elx, esta actividad de voluntariado, tal como su nombre indica, tiene como objetivo retirar los residuos que pudieran encontrarse en el Clot, celebrándose en dos ocasiones a lo largo del año. La primera, en el mes de marzo; la segunda, en el tercer fin de semana de septiembre, coincidiendo con la convocatoria a nivel internacional. Este tipo de actividades con voluntariado ambiental se suma a las tareas de revegetación del mes de noviembre, que cuentan con una gran participación. “Limpiemos el mundo, limpiemos el Clot’ supone una actuación muy positiva para todo el entorno y para la capacidad de concienciación de la ciudadanía”, ha manifestado la responsable municipal.
‘A Limpiar el Mundo’ es una acción ambiental global establecida en 1993 por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA). Anima a las personas y comunidades de todo el mundo a desarrollar actividades para proteger y conservar el patrimonio natural mediante el voluntariado centradas, principalmente, en la recogida de desechos sólidos arrojados irresponsablemente en la naturaleza (la llamada “basuraleza”) y promoviendo la modificación de los comportamientos que causan este tipo de contaminación que altera el equilibrio de los ecosistemas y de toda la vida que estos albergan, tanto animal como vegetal.
Nuevos residuos en los espacios naturales
Desde el pasado 8 de febrero no es obligatorio el uso de mascarillas en el exterior. No obstante, se pueden encontrar abandonadas en la naturaleza. Una mascarilla higiénica común abandonada en un entorno natural, han señalado desde la Concejalía, puede tardar en degradarse entre 300 y 400 años. Por este motivo, desde el Servicio de Control y Educación Ambiental del Clot de Galvany recomiendan que se guarden adecuadamente para evitar su pérdida y que, de este modo, no acabe afectando la vida animal del paraje natural. Según informa la monitora ambiental Zoraida Alonso “cada día recogemos más de cinco mascarillas abandonadas. Sin embargo, las que llegan a las playas no podemos recuperarlas porque se quedan enterradas en la arena o llegan al mar, afectando negativamente al ecosistema marino”.
Otro problema que se ha visto acrecentado en los últimos tiempos ha sido la búsqueda de espacios abiertos menos concurridos y más seguros frente a la COVID-19 para organizar celebraciones como fiestas de cumpleaños. Esto ha provocado queen los últimos meses se haya producido un incremento de “basuraleza” en la zona del área recreativa. El uso de globos, confetis, colillas e incluso el abandono de envases por parte de algunos irresponsables provocan que se generen residuos que afecta negativamente a la fauna del espacio natural, provocando la contaminación de sus suelos y del agua.
Desde el Servicio de Información y Control del Clot se recuerda a los visitantes que dentro de los espacios naturales no puede haber papeleras, ya que podrían provocar propagación de enfermedades entre la fauna local. Por ello se pide la colaboración ciudadana para que toda la basura se deposite dentro de los contenedores habilitados en el propio emplazamiento.
Otro elemento más, que se ha sumado a la lista de residuos que se suelen encontrar dentro de la zona protegida son bolsas para la recogida de excrementos de mascotas (cuya presencia en el Clot está prohibida). Algunos propietarios de perros que pasean por los alrededores arrojan estas bolsas al mismo entre los arbustos en lugar de depositarlos convenientemente en los contenedores.
En cuanto a las gomas elásticas, llegan accidentalmente a las charcas. Lamentablemente, las aves las confunden con gusanos y las ingieren. La garceta y las garcillas las pueden regurgitar poniéndolas al alcance de otros animales del Clot, como la malvasía cabeciblanca –anátida en peligro de extinción– que pueden acabar con el pico o el cuello trabado, lo que dificulta o impide su alimentación hasta provocarle la muerte. El abandono y no reciclaje de materiales sintéticos no biodegradables como gomas, plásticos o redes tiene un gran impacto en los ecosistemas fluviales y marinos. Por estos motivos, se organizan acciones de voluntariado y concienciación como ‘Limpiemos el mundo, limpiemos el Clot’ a nivel global para dar visibilidad a los problemas ocasionados por la basura en los ecosistemas y tomar conciencia en la búsqueda de soluciones.